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Nos querían matar pero nos elevaron al cielo

by David Ulloa

No había sentido tanto miedo por ser homosexual como en febrero pasado. Sentía miedo diez años después de haber salido del clóset, en la víspera de mis 30 y acostumbrado a un entorno seguro y amoroso.

La ola de odio y violencia a la diversidad sexual provocada por el Partido Restauración Nacional y el candidato presidencial Fabricio Alvarado fue algo que nunca antes había visto ni sentido.

Había superado la ignorancia y ligereza de Justo Orozco, los constantes esfuerzos de Alexandra Loría por quitarnos derechos, los Gobiernos y Asambleas para los que nunca era nuestro momento. Había olvidado también las burlas de mis compañeritos, las noches en vela por los miedos y las preguntas y las miradas odiosas cada vez que amaba en público. Todo eso lo había vencido… pero nada me preparó para aquel escenario.
Esa campaña política parecía infalible porque hablaba directo al corazón. Sí, Fabricio y su jauría entendieron que podían ganar hablándole directamente a tantos corazones asustados. Les decían que era imposible amar lo diferente y lo desconocido. Les mentían convenciendolos que su familia estaba en peligro.
Aquella señora que junto a otras madres de familia impedían el acceso a una escuela en San Carlos nos quería matar. Ella y tantas otras personas fueron empujadas al límite de la decencia humana que solo se alcanza por el miedo y por el odio sin fundamento: nos querían quitar la vida porque les dijeron que solo así podían salvar la suya.

Hoy sabemos que fueron menos las personas engañadas y que los mercaderes de la fe perdieron una batalla más, pero aún es muy pronto para determinar las secuelas de ese enfrentamiento campal donde me atrevo a afirmar que muches hermanes LGBTI+ murieron en vida. Y no solo nosotres, sino también las mujeres que una vez más vieron reducida su existencia y minimizada su dignidad en una campaña electoral atravesada de principio a fin por la misoginia.
Estuvieron a punto de parar nuestros avances, de devolver la historia y de establecer un régimen punitivo a la diversidad. Pero, una vez más la sociedad civil organizada salió a defender los verdaderos valores costarricenses: el respeto, la justicia y la democracia verdadera. Nos querían matar pero nos elevaron al cielo.
Es por eso que la quinta edición de la Guía Orgullo celebra a una comunidad LGBTI+ costarricense más fuerte y organizada, alerta y solidaria y encaminada a lograr la justicia social para los sectores más vulnerables.

Este año en particular, nos complace anunciar la inclusión de Sofía González como editora invitada para la edición 2018. Nuestro objetivo es asegurar la diversidad de visiones y experiencias en nuestras páginas, hermanarnos con el movimiento feminista y otorgarles a las mujeres el rol protagónico que merecen.
Gracias artistas y autores por prestarnos sus imágenes y palabras para esta edición. Gracias a todos los que de alguna u otra forma se unen a esta iniciativa para el amor y la inclusión. Y a ustedes que nos leen: sonrían y celebren, ¿¡que no ven que estamos vivas?!

¡Feliz Orgullo 2018!

    1 comment

  • Emmanuel P 29 junio, 2018
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    ¡Magnífico!

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